Introducción

Las elecciones presidenciales celebradas en Colombia el pasado 29 de mayo, dejaron grandes lecciones a los consultores, equipos de campaña y candidatos sobre la importancia de profesionalizar las campañas electorales y diseñar una estrategia política digital comprendiendo el sentir de la ciudadanía y sus aspiraciones colectivas.

Frente al desgaste del oficialismo, la opción de cambio predominó en la plaza pública digital. A nivel comunicacional y estratégico, las campañas Rodolfo Hernández y Gustavo Petro se marcaron como unas elecciones de contraste y diferenciación: entre el establishment político que representaba el uribismo y el cambio profundo que aspira Colombia.

Si algo dejó claro esta elección, es que las campañas electorales son cada vez más campañas digitales que otra cosa. Sin embargo, no se puede ignorar ni subestimar la importancia de la campaña de aire, fundamental para generar recordación en la audiencia y masificar mensajes para distintos segmentos de electores.

La estrategia digital de Gustavo Petro

Su estrategia dio un giro de 180 grados: la propuesta de cambio ya no es suficiente para vencer a Rodolfo Hernández en segunda vuelta.

Su comunicación digital, lejos de los mítines populares y actos masivos, ha estado más enfocado en visitar las comunidades más populares y rescatar votos donde impera la apatía política. Su eje principal ha sido generar confianza, separándose de las ideas de la extrema izquierda y proponer “un pacto por la vida”.

Gustavo Petro se hizo valer de las historias de Instagram para comunicar a un candidato cercano al pueblo, y al mismo tiempo, replicar las muestras de apoyo de sus electores en cada una de las comunidades. Una estrategia que permite mostrar a un candidato cercano, pero también popular.

Del mismo modo, su equipo ha sabido aprovechar una de las fortalezas más grandes: la capacidad de debatir y persuadir con su discurso. En efecto, esto lo podemos ver con la publicación de clips cortos de entrevistas, debates y discursos públicos, que lograron la viralización de posiciones políticas y sociales con las que los ciudadanos colombianos se sintieran identificados.

Es decir, Petro utilizó a su favor las plataformas tradicionales para comunicar su mensaje en dos sentidos: en la comunicación tradicional y en la comunicación digital. Un esfuerzo que ha permitido generar el doble de impacto y llegar tanto a las comunidades conectadas en redes sociales como a las comunidades más remotas desconectadas de internet y lo digital.

Otro de los elementos que vale la pena destacar es la respuesta automática que colocó su equipo en Instagram. “Te quiero mucho”, era el mensaje que recibían sus simpatizantes cuando le escribían al candidato por Twitter. Este hecho se replicó en otras redes sociales, generando la identificación y la viralidad que necesitaba para llegar a más electores (sobre todo a jóvenes).

Según reseñó la Silla Vacía, el promedio de seguidores nuevos en Instagram se encontraban entre 400 y 1.300 diarios antes de la elección de la primera vuelta. Sin duda, un gran acierto.

La estrategia digital de Rodolfo Hernández

El rey del TikTok dejó fuera de la segunda vuelta a Fico Hernández, el candidato del uribismo. Con contenidos orgánicos y una sinceridad que lo caracteriza, pudo lograr que los colombianos se identificaran con los valores y con la esencia del candidato.

Rodolfo es una figura “outsider” que dice las cosas con total autenticidad, que evita los debates presidenciales y que se comunica completamente a través de medios digitales. Su éxito, en gran medida, ha sido gracias a la capacidad de conectar con la generación millennial, utilizando Facebook (y los formatos de transmisiones en vivo, muy cercanos y poco producidos) y TikTok (sumándose a las tendencias y audios virales).

Uno de los elementos cruciales para entender el éxito de la estrategia de Rodolfo Hernández es la utilización de TikTok. Su equipo entendió como utilizar la plataforma y adaptar los contenidos. No se trata de estar por estar, y Rodolfo Hernández marcó la pauta.

Se cree erróneamente que es una plataforma donde sólo se encuentran los jóvenes y que sólo le conquistará el voto joven. Sin embargo, las generaciones mayores utilizan esta plataforma no para crear contenido, pero si para informarse y conocer que está pasando en la vida pública, de forma rápida y divertida.

Otro de los aciertos que ha permitido el crecimiento exponencial de Rodolfo Hernández y que vislumbran su éxito en la primera vuelta electoral, ha sido su estructura de activismo digital (rodolfistas.com). En esa plataforma, el equipo de campaña de Rodolfo Hernández ha promovido la generación de comunidades digitales en la plataforma de WhatsApp, que han permitido convertir sus apoyos en votos el día de la elección.

Las 5 lecciones para el resto de candidatos

• Siempre contrata a profesionales. Bajo la premisa de que se debe hacer énfasis en la campaña digital por su gran importancia y alcance, ambos candidatos lograron constituir equipos de campaña profesionales y especialistas, que crearon contenidos llenos de dinamismo, creatividad y juventud.
• El potencial de TikTok es infinito. Ambos candidatos entendieron la importancia de entrar en la plataforma del momento, con tendencias y formatos que permitieran comunicar su mensaje, propuestas y el lado más humano, logrando la identificación con sus electores.

• Sin contraste no hay paraíso. En su comunicación digital, ambos candidatos se presentan como una opción de cambio, marcando siempre un contraste con el gobierno actual y generando la percepción de que tienen ideas frescas y nuevas.
• Foco en el voto joven. Los candidatos y equipos de campaña entendieron la importancia de contar con los jóvenes. Por ello, centraron sus esfuerzos en crear contenidos que generaran identificación con los valores y la esencia de cada candidato. También los han convertido en mini-influencers o embajadores digitales para vencer la apatía política de los indecisos.
• Activismo digital para ganar. Rodolfo Hernández entendió que sin un partido político poderoso y sin una estructura electoral no iba a ganar la elección. Por eso, aprovechó las herramientas y plataformas digitales para organizar, fortalecer y movilizar a sus estructuras. Un acierto rotundo.

En definitiva, la lección más importante es que las redes sociales son, hoy por hoy, el campo de batalla electoral.

Sin estrategia digital, no hay posibilidades de ganar una elección.

Luis Rendueles